El ajo es una maravilla para la salud y la tenemos disponible en todos las cocinas del mundo. La planta del ajo (Allium sativum) pertenece a la familia de las liliáceas, como la cebolla y el puerro. Aunque se cree que es originaria de Asia Central, llegó a Oriente Medio hace aproximadamente cuatro mil años y hoy en día se cultiva y utiliza en todo el mundo.   En cada 100 gramos de ajo encontramos los siguientes nutrientes   Calorías: 135 kcal Proteínas: 6 g Grasas: 0,1 g Hidratos de carbono: 27,5 g Fibra: 0,7 g   El ajo aúna un equilibrado aporte de nutrientes con compuestos azufrados y otras sustancias que le otorgan sus muchas propiedades medicinales. Los componentes azufrados son una maravilla para la salud, destacando la alicina, metabolito del ajo, que ha demostrado efectos benéficos sobre dislipidemia, obesidad, disfunción endotelial, EO, hipertensión, infarto, cardiopatías e incluso sobre la arritmia cardiaca. El consumo regular de un solo diente de ajo al día puede tener un impacto positivo en la salud, ofreciendo beneficios que van desde la reducción del colesterol y la prevención de enfermedades cardiovasculares hasta la estabilización de los niveles de azúcar en sangre y la protección contra el cáncer gástrico.     Recomendamos comer el ajo crudo, por una sencilla razón, porque con el calor la alicina se descompone, por lo tanto, para su uso medicinal te recomendamos no cocinarlo, y para uso culinario, por supuesto, que el ajo te aporta ese toque intenso que a todos nos gusta en nuestros platos.